Declararse insolvente

¿Cómo puede una persona saber si es insolvente?

La insolvencia es uno de los términos más escuchados a la hora de hablar de deudas. Muchas veces se usa este término como sinónimo de persona que tiene muchas deudas y tiene dificultades para hacerles frente. Ahora bien: tal y como detallaremos en este artículo, ese concepto no es del todo correcto. Por eso, desde Ponte a Cero, bufete de abogados expertos en deudas, queremos explicar más sobre lo que supone ser insolvente y sobre los requisitos necesarios para ser considerado tal en España.

¿Qué significa ser insolvente en España?

Tal y como se ha mencionado, en primer lugar hay que definir qué es ser insolvente en España. Básicamente, puede definirse como la incapacidad de una persona – empresaria o no – para hacer frente a sus obligaciones de pago con acreedores o proveedores. Es decir, significa que el pasivo (las obligaciones y deudas) son mayores que el activo (el patrimonio y lo que puede generarse). En resumen, la insolvencia supone reconocer que no se tiene suficiente capital como para hacer frente a las deudas al momento en que se genera la obligación de pagos. 

¿Cómo se declara la insolvencia?

Una vez conoces qué significa ser insolvente, es posible conocer cómo es el proceso para ser declarado como tal ante la imposibilidad de hacer frente a los pagos. Como se ha dicho, el deudor ha de afrontar ante sus acreedores y proveedores que no puede pagar sus deudas. Esto debe hacerse cuando se sabe con seguridad que no hay manera de afrontarlas y, por tanto, como última opción.

En ese caso, el primer paso consiste en que la persona insolvente acuda a un Juzgado de lo Mercantil (reciente reforma ley concursal) para hacer la declaración de concurso. Aunque normalmente es el deudor quien lo hace, también pueden hacerlo sus proveedores y acreedores. En este proceso se hace necesario presentar la documentación requerida (nóminas, facturas, documentos sobre el patrimonio, etc.) y, a partir de entonces, saldrá del Juzgado de lo Mercantil la resolución que confirme si estimar el concurso de acreedores o no.

Naturalmente, si el Juzgado rechazara la petición (cosa poco probable) el proceso terminaría ahí y habría que buscar otras soluciones. Sin embargo, si se admite, se iniciará un proceso conforme a la Ley Concursal. 

¿Quién puede declararse insolvente?

Si piensas en ser declarado insolvente, debes saber que hay una serie de requisitos y criterios que deben cumplirse. Para declararse insolvente en España es siempre esencial demostrar que no puede hacerse frente al pago de los gastos y deudas. Eso quiere decir, en último término, que la Ley permite declarar insolvente a quien tiene ingresos inferiores a sus gastos.

A partir de ahí, en España pueden declararse insolventes empresas, particulares y también profesionales (autónomos). En el caso de autónomos y particulares, pueden recurrir a la Ley de Segunda Oportunidad.

Las ventajas de la Ley de la Segunda Oportunidad

Al ser declarado insolvente nace la posibilidad de que se reconozca el derecho a la exoneración del pasivo insatisfecho. Por ello, acogerse a la Ley tiene una serie de ventajas indiscutibles: con abogados especialistas en la Ley de la Segunda Oportunidad hay una gran probabilidad de éxito. El resultado del proceso puede ser la quita total o parcial de las deudas (a cambio del patrimonio), lo que en último término supone un verdadero reinicio financiero.

 

Cómo ha cambiado la LSO en 2022

En 2022 (septiembre) ha entrado en vigor una nueva reforma que tiene como intención agilizar todos los procesos de la Ley de Segunda Oportunidad. En concreto, uno de los cambios más importantes es que se elimina la fase del Acuerdo Extrajudicial de Pagos: esta fase antes era obligatoria para poder después acceder al proceso judicial con la finalidad de exonorar el 100 % de las deudas.

Hay otro cambio en la nueva reforma encaminado a hacer más asequible el proceso para el deudor: también se elimina la mediación Concursal y el Notario/Registrado Mercantil, lo que supone una minoración de costes del proceso. Ahora bien, hay que decir que del concepto de insolvencia quedará excluida toda persona física, profesional y empresa que tenga deudas con la Administración Pública en cuantía que supere los 10.000 €.

Conclusión

Una vez conoces los efectos positivos y beneficios de la Ley de Segunda Oportunidad, debes decidir con qué abogados especialistas contarás para que te ayuden a defender tus intereses. Ponteacero analizará tu caso. Contáctanos.